fbpx

Vingegaard golpea dos veces con victoria de etapa y liderato en el Col du Granon

por Ivan GONZÁLEZ.  El danés Jonas Vingegaard (Jumbo) conquistó este miércoles la undécima etapa del Tour de Francia al coronar la subida final al Col du Granon, una victoria que le permitió colocarse como líder de la general, despojando del maillot amarillo a Tadej Pogacar.

El vigente doble campeón esloveno cedió su hegemonía en las rampas del Granon, un puerto de categoría especial en el que Vingegaard, de 25 años, logró su primera victoria del Tour, finalizando por delante del colombiano Nairo Quintana (Arkea Samsic) y causando un vuelco en la general de la ‘Grande Boucle’.

“Me cuesta asimilarlo, es realmente increíble, siempre soñé con ganar una etapa en el Tour. ¡Y además tengo el maillot amarillo!”, celebró Vingegaard, quien dio las gracias a su equipo “y sobre todo a Primoz (Roglic), que se comportó de forma muy generosa”.

Pogacar, lastrado por la eliminación de dos de sus gregarios debido a sendos positivos en covid-19, tuvo que hacer frente a una sucesión de ataques a lo largo del recorrido de esta primera etapa pura de montaña en el Tour, que dieron su fruto a unos cinco kilómetros de la meta, cuando perdió contacto definitivamente con Vingegaard.

 

– Quintana se acerca al podio –
El danés, segundo en la pasada edición del Tour, superó en 59 segundos a un Nairo Quintana que llegó a liderar la carrera en el último tramo, y aventajó en 2 minutos y 51 segundos al líder del UAE, que baja al tercer puesto en la general, a 2 minutos y 22 segundos del nuevo líder. Entre ambos favoritos se intercaló en la general el francés Romain Bardet, a 2 minutos 16 segundos.

Quintana queda en quinto puesto, a 2 minutos y 37 segundos.

“Al inicio de la etapa tenía buenas piernas, en el Galibier sufrí muchos ataques. Ellos (los corredores del Jumbo) trataron de acosarme, todo el equipo Jumbo estuvo muy fuerte”, reconoció Pogacar.

“Ahora me toca a mí  atacar”, amenazó.

Entre los damnificados de esta espectacular etapa bajo un cielo soleado en la que se ascendieron el Telegraphe, el Galibier y el Granon, destaca también el español de Movistar Enric Mas, que se dejó más de ocho minutos en meta.

“Un muy mal día. Una jornada para aprender y mejorar. Venía vacío desde principio de Galibier”, reconoció el líder de la formación telefónica.

Como premonición de que lo daría de sí esta 11ª etapa, nada más producirse la salida lanzada, dos corredores de muchos quilates, Wout Van Aert con su maillot verde y el neerlandés Mathieu van del Poel buscaron el protagonismo, aunque su escapada codo con codo no cuajó y el neerlandés no tardaría en bajarse definitivamente en este Tour, que no le ha sonreído de la misma forma que un año atrás, cuando vistió el amarillo durante varias etapas.

No tardaron en unirse a ellos una veintena de corredores, entre ellos Ion Izagirre y el líder de la montaña, Simon Geschke.

El alemán coronó en segundo puesto los icónicos Lacets de Montvrenier, primera subida del día, detrás del francés Pierre Latour -que también fue el primero en el Galibier-, y reforzó su maillot a lunares.

Pero lo más duro estaba por llegar. El Galibier fue escenario de una sucesión de ataques de Roglic y Vingegaard a Pogacar.

 

– Pogacar aislado –
Quedaban casi 60 kilómetros para meta, pero se vivieron momentos de tensión entre los tres, en una lucha más psicológica que física tratando el Jumbo de minar la moral de un Pogacar aislado y acorralado que se defendió a su vez atacando.

Pero todos los favoritos llegaron juntos a la base del Granon. Desde allí hasta la cima a más de 2.400 metros Vingegaard desafió a la lógica y a los pronósticos.

El Granon es un puerto cuya única anterior subida en el Tour supuso la victoria del español Eduardo Chozas en 1986. En aquel histórico día, el cinco veces ganador del Tour Bernard Hinault vistió por última vez el maillot amarillo. ¿Habrá puesto fin el Granon también a la era Pogacar?

Sin tiempo para asimilar este vuelco, el Alpe d’Huez aparece el jueves como gran amenaza, en su regreso a la ‘Grande Boucle’ luego de cuatro años de ausencia, en una duodécima etapa que presenta uno de los recorridos más clásicos del Tour de Francia, entre Briançon y la estación de Oisans.

El Galibier, el punto de mayor altitud de esta edición de la ronda gala (2.642 metros), se subirá por segunda ocasión en dos días, aunque por la vertiente del Lautaret, la menos empinada.

 

iga/dr

 

© Agence France-Presse

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *